Martes, 8 de marzo son las 12:00 hora, comienza el acto INOLVIDABLES en el Auditorio de Herencia. Como dice el director del IES Hermógenes Rodríguez en la presentación: “estamos en el aula magna del Instituto”. Manuel José Díaz-Pacheco explica, además, que este año no hay premiadas con el galardón Inolvidables, agradece el esfuerzo a las organizaciones colaboradoras y avisa de que “la invisibilidad de la mujer sigue viva con el riesgo de permanecer en el olvido”.
Lola Martín-Consuegra comienza su charla con una afirmación: las mujeres no han tenido relevancia, suelen ser invisibles. Sus huellas han sido páginas arrancadas a la historia, por ello la historia deja de tener sentido. El silencio es el principal culpable de esta realidad. Se han callado muchos hechos donde ellas han sido las protagonistas.
Continuamente hemos encontrado y vemos ahora, hechos contra las mujeres que son silenciados:
o
Esterilizaciones forzadas en
sociedades sometidas. En el Perú de Fujimori se aplicó a la población indígena,
por ejemplo. Algunas veces sabemos de estas realidades gracias a corresponsales
comprometidos.
o
Embarazos forzados: por
ejemplo en la antigua Yugoslavia con violaciones masivas. Muchas de estas
mujeres terminaron repudiadas por su propio pueblo.
o
La primera víctima de la
guerra es la verdad. Cada bando quiere explicar los hechos de acuerdo con sus
intereses.
Lola, sincerándose, reconoce cómo comenzó a interesarse por la mujer herenciana a comienzo de los años 40. Ella no tenía conocimiento del sufrimiento de las “rapadas” de la posguerra, de una historia de oprobio y de humillación sobre un conjunto de mujeres. De nuevo el silencio y la historia que se conoce a medias. Pensó que el silencio ante la injusticia nos hace cómplices del agresor. Así es como comenzó a gestarse el documental Sacar a la luz. La memoria de las rapadas.
Pide al auditorio que nos
imaginemos en la plaza con una multitud empujando a un grupo de mujeres rapadas
haciéndose de todo por el ricino. Doloroso hecho que el silencio social ha
ocultado.
Todas las víctimas son nuestras
víctimas, recuerda la violencia de los errores de la II República, de la Guerra
Civil y de la II Guerra Mundial. Todas víctimas de la violencia y especialmente,
la violencia contra las mujeres que siempre tuvo un trasfondo sexual. Estas
agresiones fueron calladas por las familias en aras de la honra y del honor, de
nuevo el silencio.
Un hecho para alegrarnos es que
desde el 2008 la ONU califica estos crímenes como de lesa humanidad y no
prescriben, no pueden ser amnistiados.
La conclusión a su intervención
fue que hay que contarlo todo, lo que no se habla, no existe. Y que hay que ser
valientes y sacar a la luz todo lo que se ha silenciado.
La segunda parte del acto corresponde a Javier Ahijado. Presentado por la profesora Cristina Simón, es poeta y cantante natural de Talavera de la Reina. Cantautor comprometido con la poesía, ha recibido el reconocimiento a su trayectoria con el “Premio de la Música Ciudad de Talavera” y su último trabajo publicado el año pasado es “Las Sinsombrero” con obras de mujeres poetas de la generación del 27.
Javier Ahijado cantó poemas de la generación del 27: Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, Miguel Hernández (como epígono de esta generación), Vicente Aleixandre, Pablo Neruda, Rafael Alberti y Gerardo Diego.
La segunda parte de su concierto la dedicó a mujeres poetas: Concha Méndez, Rosa Chacel, Ernestina de Champourcín, Josefina de la Torre, Carmen Conde y Ángela Figuera.
Artículo de Félix Patiño Galán
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